El tema principal en el que se centra 24H, es en el estudio introspectivo del “yo”, de cómo se construye y deconstruye dependiendo de la circunstancia en la que nos encontremos. Durante ese proceso de construcción y averiguación de uno mismo, surgen planteamientos y dudas que expongo por medio de una animación donde individuo y tecnología se ven las caras de una forma peculiar dentro de un mundo distópico. La creación de alter egos y la relación existente entre nosotros y analizando de qué manera en ocasiones nos vemos sometidos a unas experiencias virtuales que percibimos como reales.
La narrativa que se plantea para el proyecto se basa en un futuro distópico donde existe una nueva tecnología salida al mercado, concebido incluso como una especie de videojuego, en el que toda persona que lo utilice podrá crear una serie de avatares. Estos personajes no solo se podrán configurar con unas características físicas sino también de personalidad. Además, conseguirán cobrar vida durante un período de tiempo de 24 horas. Una vez transcurrido este tiempo, desaparecerán para no volver a ser creados nunca más.
Se realizará un previo estudio antropológico de la persona que está utilizando la tecnología, y cuyos datos serán enviados y recopilados para identificar qué tipo de usuarios manejan las primeras pruebas de este nuevo aparato. Muchos de ellos serán introvertidos, con problemas o ansiedad social, es por ello por lo que recurren a esta máquina para que, de alguna manera, mantenga un contacto con otra persona a pesar de que esta no exista en la realidad.