Pablo Jiménez presenta un cortometraje satírico que critica lo absurdo de la guerra como justificación de grandes causas. El soldado protagonista, en su delirio, escucha la voz de la selva en la que se ha perdido. Esta se encargará de ridiculizar sus ideales para exponerlo como el criminal atormentado que es.
La obra cuenta con secuencias de vídeo y animación que se intercalan siguiendo el desdoble de la personalidad del militar. Dicha ambivalencia se refleja en la alternancia entre imágenes a color y blanco y negro. De esta forma, se juega con distintas texturas audiovisuales que tienen como referencia a las grandes producciones antibelicistas de la historia del cine.
El humor ácido de la selva como personaje, predispone al público a cuestionar el pomposo discurso moralista de los macrorrelatos bélicos que representa el soldado.
Aplicado a la cuestión artística, “La selva y un soldado random” encierra una alegoría sobre la figura del artista y su afinidad con las lógicas del arte contemporáneo hegemónico.